Apreciado/a amigo/a de La Corriente:
El grupo socialista en el Congreso ha anunciado que presentará una proposición de ley (denominada Ley de garantía y protección de los derechos fundamentales ante el acoso derivado de acciones judiciales abusivas) con el fin de dejar prácticamente sin recorrido las acciones de las acusaciones populares, impedir que las informaciones aparecidas en los diarios puedan ser utilizadas como elementos indiciarios para formular denuncias en los juzgados, imponer una restricción taxativa a la libertad de expresión de los jueces y, sin relación con la temática principal de esta propuesta, suprimir el delito de ofensas al sentimiento religioso del Código Penal. Este hecho señala la voluntad de quienes nos gobiernan de impedir un escrutinio democrático mínimo de sus actos.
Cabe recordar que es la Constitución la que regula la existencia de las acusaciones populares, que son los jueces quienes deciden si la información que se aporta en una denuncia o querella es sustancial o no, y que el gobierno no puede interferir en esta responsabilidad. Si bien es lógico que los jueces sean prudentes en sus manifestaciones, esta prudencia no puede coartar su libertad de expresión. En todo caso, dentro de la judicatura y el poder judicial ya existen mecanismos para corregir posibles excesos.
Se quiere impedir, para preservar la independencia judicial, que los jueces hagan declaraciones con connotaciones políticas. Pero al mismo tiempo no se hace ninguna referencia a un problema mucho más grave: las puertas giratorias entre cargos políticos y la judicatura. Ahora mismo, dos ministros de Sánchez, el de Interior, Grande Marlaska, y la de Defensa, Margarita Robles, son jueces. Si mañana son cesados, pasado mañana se incorporarán a la carrera judicial. ¿Cómo podemos pensar que serán imparciales después de tantos años de servicio a un partido político? Pero esto no se toca, porque no interesa al gobierno.
La voluntad de liquidar la ofensa religiosa llega después del escándalo de la presentación de las campanadas de fin de año en la televisión pública, con el juego irreverente que se hizo con el Sagrado Corazón de Jesús. Es incongruente querer hacer esta modificación sin previamente establecer un diálogo con las confesiones religiosas, y hacerlo, además, en una propuesta de ley que no tiene nada que ver con este tema.
Por otro lado, la jurisprudencia española demuestra claramente que, cuando hay conflicto entre una presunta ofensa y la libertad de expresión, las sentencias siempre se declaran a favor de esta última. Por tanto, no se puede argumentar que hay un ahogamiento de este derecho. Esto es sencillamente un paso más hacia la punición de cualquier caracterización del sentido religioso de nuestra sociedad.
Hay otros hechos muy graves en la actualidad. No me extenderé, pero es necesario reflexionar sobre ellos. Por ejemplo, es inaceptable que el fiscal general del Estado, inculpado por un presunto delito, no dimita al menos hasta que la cuestión quede definitivamente aclarada. También es muy grave que, ante una gran emergencia social como la de la vivienda, gobierno y oposición planteen por separado sus propuestas, sin haber hecho el más mínimo esfuerzo por presentar un proyecto conjunto, un pacto de estado que esté a la altura de la gravedad de la situación.
Todo esto señala la necesidad de una nueva concepción, inspirada por la cultura cristiana, que se haga presente en el escenario público-político con el objetivo de reparar, regenerar y reformar las graves deficiencias que gobierno y partidos presentan en la construcción del bien común.
No hemos cubierto del todo los gastos de la campaña del belén
Necesitábamos 1.740,86 € que no es exactamente una fortuna, pero solo hemos recaudado hasta ahora 1.350 €. Te recuerdo que este gasto tiene como partida fundamental la instalación a lo largo de una semana de 1.000 carteles en las columnas de publicidad gratuita de Barcelona para el restablecimiento del belén en la pl. de Sant Jaume. Te pido, especialmente si no has hecho el gesto, que tengas la buena voluntad de contribuir porque la única manera de poder llevar a cabo acciones de este tipo es disponiendo de un mínimo de recursos económicos. No se puede protestar de la situación en la que vive la sociedad, el país, y al mismo tiempo no contribuir mínimamente a acciones que intentan dar respuestas concretas. A más recursos y participación de todos, más admisión y más capacidad de respuesta. Esta es la ecuación que funciona. No tiene secretos. En tus manos está que realmente sea así.
Encuesta Prioridades 2025
Te invitamos a participar en la Encuesta Prioridades 2025 para conocer las prioridades de los socios y simpatizantes de La Corriente sobre los temas a trabajar en el futuro inmediato. Puedes encontrar la explicación de cada punto en este enlace. Agradezco tu participación por adelantado.
Te recomiendo que participes en el Club de Lectura y en el Curso de DSI
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¡Paz y bien!
Josep Miró i Ardèvol
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