Siguiendo la estrategia de menospreciar los sentimientos de muchos ciudadanos y obedecer los dictados de la ideología woke que alimenta a nuestro gobierno municipal, el Ayuntamiento ha decidido que este año tampoco habrá belén en la Plaça de Sant Jaume. Su lugar lo ocupará una estrella, no vaya a ser que las decoraciones navideñas revelen el vínculo intrínseco entre las fiestas de Navidad y el nacimiento de Jesús.
Por segunda vez en la historia desde 1940, el alcalde, fiel a su trayectoria, ha expulsado el belén de la plaza. Quiere eliminar cualquier referencia a lo que constituye la esencia de nuestra sociedad y ha forjado la cultura de nuestro país. Promueve decididamente, con nuestro dinero, iniciativas de grupos ajenos a nuestra cultura en los cuales milita activamente. Ni siquiera su falta de apoyo político (10 concejales del PSC de un total de 41) es óbice para la práctica de un sectarismo cada vez mayor que compra lealtades a cambio de subvenciones.
Como sucedáneo del Nacimiento, el Ayuntamiento colocará su exposición de belenes en el interior del consistorio, con la excusa de que «trabajar bajo techo tiene sus ventajas; podemos colocar figuras mucho más delicadas, piezas únicas, que al aire libre se estropearían; en el interior, el belén puede cuidarse, observarse de cerca, y esto dignifica el trabajo del artesano». Es curioso que estas razones nunca hayan sido un problema cuando el belén se colocaba en el centro de la plaza, en lugar de ocultarlo a la vista de los transeúntes.
Muchos de los turistas que acuden en masa al vasto parque temático en el que nuestras autoridades han convertido Barcelona se sorprenderán al ver el bodrío estelar en lugar de un elemento central de nuestra tradición, y oír cómo los sonidos galácticos silencian los entrañables villancicos. A uno de los colaboradores en este despropósito se le ha escapado incluso que «no estamos en contra de innovar con el Belén, pero sí estamos en contra de los disparates. Y en Barcelona se han hecho algunos».
El Ayuntamiento ha optado por marginar a una parte importante de la sociedad. Mientras afirmamos que un cambio de gobierno se ha vuelto imprescindible ante la deriva del Sr. Collboni, pedimos una urgente rectificación, instamos a los ciudadanos y a los partidos políticos a trabajar para reconstruir el alma de Barcelona sin exclusiones, y os animamos a todos a llevar vuestros belenes a la Plaça de Sant Jaume esta Navidad..
Corriente Social Cristiana (e-C) “La Corriente”
Barcelona, 14 de noviembre de 2025
